FAQs

Preguntas frecuentes sobre podología

En esta sección resolvemos tus dudas respondiendo a las preguntas frecuentes sobre podología que tienen nuestros clientes. Estas preguntas frecuentes sobre podología las hemos clasificado en tres categorías diferenciadas: preguntas sobre nuestra clínica, preguntas frecuentes sobre podología general y preguntas sobre cirugía del pie. 

Resolvemos las dudas que tengas
sobre nuestra clínica

Queremos facilitarle las cosas a nuestros pacientes, por lo que hemos creado este apartado, donde podrás encontrar respuesta a muchas de las dudas que te pueden surgir antes de decidirte a solicitar una cita en nuestro centro. 

Nuestro horario de atención telefónica es de lunes a viernes de 9:00 a 20:00h. Para atención médica, abrimos de lunes a jueves de 08:00h a 19:00h, y los viernes de 09:00h a 17:00h. Los fines de semana la clínica se encuentra cerrada. 

Atendemos a todo el mundo, tanto con seguro como sin él. Actualmente trabajamos con los seguros Asefa, AXA, Occident, Adeslas, Santa Lucía, y DKV. 

Por supuesto, siempre que el paciente requiera de algún tratamiento específico se le informará previamente del coste del mismo.

Todos los pacientes tienen un historial de sus visitas a la clínica, que nos sirve para conocer la evolución de su salud acorde con el tratamiento que se le ha recetado.

No revelaremos ninguna información acerca de lo que ocurre en el trabajo que hacemos juntos a menos que usted haya firmado el Formulario de Autorización para revelar información. En el caso de que usted esté en peligro de hacerse daño a sí mismo o a otra persona, entonces estamos obligados por ley a notificar a las autoridades.

Sí, la clínica está en un primer piso sin ningún problema de acceso tanto al edificio como al ascensor. La movilidad dentro de las instalaciones tampoco presenta ningún problema.

Estamos en una zona céntrica, por lo que es recomendable acceder a pie. Nos encontramos entre la Plaza Weyler y la Plaza Militar, frente a los Militares, edificio Retama.
Para personas que tienen que desplazarse existe la parada de tranvía «Weyler», a dos minutos andando de la Clínica. También hay parking para vehículos en plaza Weyler y Prolongación de C/ Ramón y Cajal.

Preguntas frecuentes
sobre podología

Preguntas frecuentes
sobre patologías podológicas

En este apartado damos respuesta a las preguntas frecuentes sobre podología que nos hacen nuestros pacientes acerca de los servicios que ofrecemos en la clínica y las patologías podológicas más comunes. 

Hacemos plantillas enteras, medias, cuartas, siempre según las necesidades y dolencias detectadas al paciente, incluso personalizadas.

Se llama uña encarnada al enclavamiento de una porción de uña en el borde de piel que la rodea, provocando en muchas ocasiones inflamación, dolor, e infección de la zona.

El podólogo puede retirar la espícula de uña que provoca el problema y el dolor desaparece inmediatamente, pero puede volver a ocurrir.

Para estos casos, se realiza una sencilla intervención quirúrgica, en la que se extrae un lateral de uña, llevándose a cabo después un procedimiento para que no se vuelva a clavar, incorporándose el paciente a su actividad normal inmediatamente.

Son debidas a roces excesivos o zonas de apoyo expuestas a demasiada presión dentro del zapato.

Se eliminan periódicamente, sin dolor, mediante una limpieza meticulosa de ese crecimiento excesivo de la piel, aunque pueden prevenirse y tratarse igualmente mediante la colocación de un soporte plantar o una plantilla que corrija los apoyos del pie.

Asimismo, existe la posibilidad de hacer una corrección mediante cirugía, en la que extirpamos el problema de una forma definitiva.

Posiblemente padezcas una infección de la piel causada por hongos (micosis).

Suelen aparecer en personas con mucha sudoración en los pies, deportistas que frecuentan gimnasios, piscinas o duchas comunes, y en aquellas personas que no se secan correctamente los pies.

Tiene fácil solución, mediante la aplicación de cremas especiales, y cuidando meticulosamente la higiene de nuestro pie.

La uña puede engrosarse por varios factores, pero los más comunes son un traumatismo repetido en la uña, un traumatismo previo y único, infecciones por hongos (onicomicosis) o problemas de circulación.

No obstante, el factor más común es el causado por los hongos, que van atacando la uña, despegándola y engrosándola rápidamente.

Deberá acudir al podólogo para rebajar y sanear esa uña y empezar un tratamiento local, mediante la aplicación de soluciones pinceladas, para eliminar el hongo causante.

En algunos casos, se debe ayudar también al tratamiento con terapia oral (comprimidos).

A la espera de una confirmación radiológica, todos los síntomas que presenta son compatibles con una fascitis plantar o un espolón calcáneo.

En ambos casos, el dolor viene producido por la inflamación de una membrana que envuelve la musculatura de la planta del pie, ya sea en su recorrido (fascitis) o en su inserción (espolón). Suele verse en pies muy aplanados o con mucho arco, donde la tensión a la que es sometida dicha fascia es mayor de lo normal.

La fascitis suele curarse sin problema con tratamiento fisioterápico y plantillas. El espolón suele evolucionar muy favorablemente con el mismo tratamiento, ayudado por una infiltración local de antiinflamatorio.

En algunos casos, requiere de una intervención quirúrgica, para eliminar el crecimiento óseo en el hueso del talón.

Claro, este tipo de dedos se ocasionan por un desequilibrio muscular que provoca la aparición paulatina de la deformidad.

En muchas ocasiones se trata de deformidades no estructuradas o flexibles que pueden eliminarse con tratamientos conservadores como siliconas.

En otras ocasiones, cuando la deformidad ya está estructurada o rígida, se requiere de una sencilla intervención quirúrgica para alinear nuevamente el dedo.

Es la denominación coloquial de una callosidad muy dolorosa que aparece entre los dedos del pie por el roce excesivo entre éstos.

Tiene fácil solución, acudiendo al podólogo para su eliminación, y utilizando calzado de punta más ancha para evitar su aparición.

Su corrección definitiva también puede realizarse mediante tratamiento quirúrgico.

Son infecciones de la piel producidas por un virus, y con una manifestación parecida a las verrugas. Son muy dolorosos, pues en el pie se encuentran incluidos dentro de la piel.

La forma de eliminarlos varía, pero el podólogo suele realizarlo a través de medios químicos, es decir, mediante la aplicación local y controlada de ácidos que van eliminando poco a poco la lesión.

También pueden eliminarse mediante crioterapia (congelación), inyecciones intralesionales, o mediante cirugía, en caso de lesiones recidivantes a otros tratamientos.

Con el paso de los años, las estructuras ligamentosas que sujetan los arcos del pie van cediendo, de tal forma que las estructuras tienden al aplanamiento.

En la mayoría de ocasiones, las molestias ocasionadas en el metatarso (metatarsalgías) tienen buena solución con soportes plantares (plantillas) u ortesis de silicona adecuadas, que den confort a nuestro apoyo.

Cuando el problema se agrava, y el dolor metatarsal no se alivia con otros tratamientos, se puede solucionar quirúrgicamente, realineando esos metatarsianos, siempre sin dolor.

Estas preguntas se resumen en una simple respuesta: prevención.

Para evitar que haya recidivas de una lesión hay que seguir unas pautas sencillas como son fortalecer la musculatura intrínseca del pie y tobillo para estabilizar la articulación y los ligamentos, por medio de ejercicios específicos y propioceptivos.

Si además se practica un deporte, conviene tomar medidas para prevenir la lesión. Especialmente las personas que ya hayan sufrido ésta patología repetidas veces o que estén en proceso de recuperación, deberían tomar medidas preventivas como el uso de vendajes, soportes ortopédicos para tobillo, o bandas de kinesiotape.

Posiblemente padezca lo que se llama un neuroma, es decir, una inflamación de la raíz nerviosa que discurre entre dos metatarsianos, y que queda pellizcada en determinadas fases de la marcha, produciendo un dolor irradiado hacia los dedos.
 
Se trata mediante la aplicación de una infiltración local o ultrasonidos, para disminuir la inflamación del nervio y los tejidos adyacentes, además de mediante la aplicación de una plantilla para aliviar la compresión de dicho nervio.
Preguntas frecuentes sobre Podología

Preguntas frecuentes sobre podología

Preguntas frecuentes
sobre cirugía del pie

En esta sección respondemos cuestiones sobre los procedimientos quirúrgicos llevados a cabo en nuestra clínica.
Esperamos poder resolver tus dudas.

Cirugía láser es sólo un término coloquial de la verdadera cirugía, llamada percutánea o de mínima incisión. Su nombre es debido a que los procedimientos a realizar en el pie son mínimamente invasivos y se puede acceder a tratar quirúrgicamente las patologías del pie a través de las incisiones de un pequeño tamaño (por ejemplo, para un juanete, se da un punto de sutura).

En nuestro centro realizamos tanto cirugía abierta (o tradicional), como cirugía de mínima incisión, para tratar las patologías susceptibles de solución quirúrgica. En la mayoría de las ocasiones, y debido a nuestra gran experiencia (más de 18 años), preferimos utilizar la cirugía percutánea, gracias a su menor daño en los tejidos y mayor facilidad de recuperación para el paciente e incorporación a las actividades de su vida diaria. Aun así, hay patologías que irremediablemente sólo son susceptibles de tratamiento por cirugía abierta o tradicional, con buen resultado igualmente.

Depende de la intervención quirúrgica realizada. Por ejemplo, para una uña encarnada, el paciente podría incorporarse sin problema al día siguiente al trabajo. En el caso de un juanete, por el contrario, habría que considerar que existen diferentes grados de gravedad, de tal forma que, dividiéndolos en 4 grados, en el grado 1, al cabo de una semana el paciente podría estar calzado y con una actividad normal, mientras que en el grado 4, necesitaría al menos 1 mes de recuperación, existiendo siempre grados intermedios.

Es nuestra experiencia, y en nuestras manos, no es ni mucho menos una cirugía dolorosa. Gracias a las técnicas de mínima incisión, la anestesia local y la deambulación temprana, el paciente no sufre ningún dolor, saliendo del quirófano por su propio pie, y empezando a caminar moderadamente desde el día siguiente.
La cirugía percutánea permite la corrección y fijación de los procedimientos realizados en el pie a través de vendajes especiales que mantienen las estructuras intervenidas alineadas para su cicatrización, y que el podólogo vigila y cambia una vez por semana, como mínimo.