En los meses de verano una de las afecciones que más se repiten en nuestros pies son los hongos. Las onicomicosis o tiña ungueal son un conjunto de infecciones producidas por uno o más hongos. Se localiza, fundamentalmente en las uñas de los pies y, aunque suele comenzar en uno de los dedos gordos, si no se trata, puede extenderse al resto de uñas.
Una de sus causas es la presencia de humedad, por ese motivo es común que aparezca en verano con la playa, las piscinas y el sudor.
Además, existen otra serie de factores que aumentan el riesgo de padecer onicomicosis:
• Tener antecedentes de pie de atleta.
• Ser mayor de 60 años.
• Padecer determinadas patologías como diabetes o psoriasis; tener el sistema inmune debilitado o problemas de circulación.
Hay algunas señales de alerta que pueden advertirnos de la presencia de estos hongos como el cambio de coloración de la uña, que se vuelve blanquecina o amarillenta; así como el cambio en la forma y en el grosor. También puede presentar picor o dolor en los casos más avanzados.
Es muy importante acudir a nuestra clínica una vez se detecta el hongo para evitar su propagación. Una vez en consulta, examinaremos el estado y realizaremos las pruebas necesarias antes de establecer un diagnóstico.
Nuestro profesional especializado te administrará el tratamiento necesario para tu infección y te ofrecerá algunas pautas para evitar su reaparición. Estas son:
• Lavar cada día los pies con agua y jabón y secar muy bien cada pliegue y los dedos.
• Mantener las uñas cortas y no utilizar esmalte hasta que la infección haya desaparecido.
• Evitar el uso de calzado o calcetines mojados y escoger aquellos que hayan sido elaborados en tejidos y materiales transpirables.
• Utiliza siempre sandalias o calzado de playa para caminar en las piscinas, vestuarios o duchas para evitar el contagio externo.
• No compartir toallas, calcetines o calzado con otras personas.
• Hidratar los pies todos los días.